Borrar la marca que te dejan los recuerdos.

Impotencia. Sientes cómo la rabia se va apropiando de ti. Tú corazón se desangra en lágrimas y tú le dejas, no lo impides. En tu rutina, los días pasan sin alteraciones, con una sonrisa en la cara para que nadie pueda saber nunca lo que pasa por tu cabeza.
Miedo, tienes miedo. Miedo de los momentos, de los desconocidos, de los propios amigos. Sientes que te han echo esclava de tu propia vida. Un peón más, al que mueven a su antojo sin que tú puedas hacer nada.

Solo tú has tenido que pasar por mucho que nadie sabe. De hecho , tienes al dolor cómo a tú más íntimo amigo. Pero no eres capaz de asumir la realidad. Simplemente tu cabeza no la quiere aceptar, y sabes que el día que lo haga la ostia que te meterás será muy jodida.

Te preguntas, ¿En que momento dejé de ser dueña de mi propia vida? Y entonces, lo único que piensas es que todos esos días que (aparentemente) no te han servido para nada sólo son una pesadilla, de la cual, en un momento pa´ otro, chasquearás los dedos y te despertarás de ella.

              
                -No te engañes pequeña, vuelve a la realidad.

Confesiones a la nada..

Hoy quiero confesarte algo.

La niña risueña que conociste un día se fue, para no volver nunca. No me preguntes por qué, ya que no sería capaz de contextarte sin que se me inundaran los ojos. Sólo quería que lo supieras.
 Pero porfavor, enséñame por donde se va al camino de la confianza ciega, de la alegría sin límites.Guíame. Si por dónde voy  sólo veo oscuridad disfrazada de sonrisas fingidas.
Dime cómo acabar con la triste rutina, dónde las personas vienen y se van, pero ninguna permanece cerca. Dime, aconséjame, que hacer cuándo me siento perdida en en el medio de una muchedumbre que tan segura parece de si misma.

Porque.. ¿Qué hacer cuándo me atormentan miles de preguntas sin respuestas? ¿Qué hacer cuándo se me forma un nudo en el pecho pensando en todo lo que pudo ser y no fue? ¿Qué hacer cuándo tu ausencia es tan grande que ni un millón de personas podrían substituír tu sitio?

            Hoy, 8 de mayo , es uno de esos días en los que la alegría está teñida por una nube llamada realidad, y la rabia crea relámpagos demasiado peligrosos, de esos que se sienten demasiado cerca-.

Catalogando emociones.

Daba igual lo que hicieran, sus hechos, sus acciones... A el hacía ya bastante tiempo que lo habían catalogado cómo chico problemático sin remedio, y ella llevaba siglos siendo la mosquita muerta del instituto.
Nadie se molestó en saber cómo eran realmente, nadie hasta que se conocieron. Fueron cuestiones de segundos, unos instantes... Es una locura, pero en cuánto se miraron algo surgió entre ellos. Puede que fuera en ese preciso instante, cuándo el dejó su faceta de chico malo y ella la suya de mosquita muerta.